PROYECTO POSIDONIA OCEÁNICA (2014-2018)
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Pilar Catalán es un torbellino de fuerza y perseverancia. Una búsqueda que inició con convencimiento de hierro y alas de poeta. Es licenciada por la Facultad de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, aunque su iniciación en la plástica tuvo lugar en el Taller de Alejandro Cañada en Zaragoza. Su espíritu activo y activista le llevó a participar en happenings o actions art y posteriormente a la organización de seminarios y exposiciones que tienen como eje central la mujer. Su obra ha pasado por distintas experiencias estéticas y a partir de los años 80 se ha centrado en la técnica del grabado y de soportes alternativos. A destacar su participación en le exposición Grabado español contemporáneo que tuvo lugar en Coburg, Alemania en el año 2000, así como su participación en distintas ediciones de la Feria Estampa en Madrid, en la primera década del siglo XXI. Inconformista por naturaleza y feminista por convicción, su concepto teórico se ha basado desde los años 70 en un compromiso de género y desde los años 90 en la aplicación de técnicas informáticas aplicadas al grabado. Como ella misma transcribe hace del «ordenador su estudio y laboratorio artístico, iniciando un recorrido conceptual basado en los procesos en serie y combinatorios que determinara rupturas conceptuales en su ámbito de trabajo, la gráfica digital». Pilar Catalán desarrolla este proceso que le permite indagar más allá de lo visible. Para está exposición ha seleccionado distintas piezas inéditas en Zaragoza, que pertenecen al periodo que estuvo en Almería entre 2014-2016 y en el que indagó sobre las praderas que origina la planta acuática Posidonia en el Mar de Alborán. Las primeras obras se pudieron ver en la exposición Naturalezas de Mujer que tuvo lugar en la sala del Centro de Arte y Naturaleza CDAN (Huesca) 2104. De esta pintora joven que trabajaba las masas de color y las veladuras en composiciones abstractas, amante de la cultura underground, persiste la personalidad rebelde que se traduce en la rica versatilidad de una naturaleza cambiante identificada en la diversidad de las tintas de color. Movimiento y psicodelia que ya estaban presente en la exposición de Andy a Bowery y El Juego continúa , que tuvo lugar en la casa de los Morlanes en el 2010, junto con la pintora Ana Aragüés. En ese momento los elementos que sustentaban la obra correspondían a motivos e iconos identificados con una estática pop, ahora el proceso digital ha cambiado en una nueva exploración. Es curioso que la Real Academia de la Lengua incluya entre las acepciones de movimiento: «primera manifestación de un afecto, pasión o sentimiento». Una definición que concuerda perfectamente con un primer acercamiento a la obra de Pilar Catalán. Sin embargo trás esa emoción sobrevive un complicado proceso de producción en la que concurren fuerzas centrífugas y giros enérgicos. Una obra que mezcla la elegancia poética de la planta acuática con el estudio de las geometría sque se distribuyen acompasadamente, como acordes, en distintos planos en el espacio. La investigación en el tratamiento del grabado digital permite a Pilar Catalán dominar la profundidad de los campos expositivos. Los elementos no se superponen sino que danzan plegándose a las mareas. Siempre rítmico, nunca iguales. Los barridos de color -de gran sutileza- crean superficies de distintas dimensiones dando lugar a relieves que sugieren espacios imaginativos. Ese es el trabajo de la artista que confabula la realidad para darle una nueva concepción. Todo responde a una cadencia que se simboliza en lo que la artista denomina arte numérico y que establece nuevas dimensiones entre Arte y Tecnología. Visualmente la artista propicia imágenes inusuales, sorprendentes, de rigurosa ejecución. En un momento dado las praderas formadas por plantas de Posidonia se convierten en agitación oculta del mar. Los tallos subterráneos forman estratos en terrazas que al salir a la luz implosionan su influorescencia de tonalidades verdes que se yerguen oscilantes al oleaje. Hojas que llegan a las playas creando una barrera de protección contra la erosión. Herrajes convertidos en volúmenes en la obra de Pilar Catalán que se anclan a la vida y propician la perseverancia de quien es capaz de vulnerar la profundidad. Desiree Orús . Catálogo Inclusión FEM, Pág 9 y 10
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